Producir más para multiplicar beneficios

Diego Ponti: “Lo que nos trajo hasta aquí probablemente no nos lleve a un buen destino en este nuevo escenario”.
La ganadería 2025 presenta una lista de condimentos que se alinean a favor del productor. Esto no quiere decir que será fácil el camino hacia adelante, pero hay señales claras y el resultado de nuestras decisiones será mucho más nítido, ya que se disipa la influencia de variables exógenas a nuestra actividad (intervencionismo, inflación espiralizada, inestabilidad cambiaria).
La condición climática, en general, mejoró para el criador. Siempre habrá grandes excepciones, pero el panorama amplio es mucho mejor respecto a los últimos 4 años. Esta condición se materializa en una zafra gradual: la hacienda sale en la medida que se achican los campos o por la necesidad de capturar los muy buenos precios actuales.
El precio del ternero de destete se ubica en dólares MEP un 60% por encima del promedio de los últimos 5 abriles, mientras que en pesos la cuestión está empatada. Cabe recordar que la inflación de los últimos 2 años superó el 500%.
El año se inició con 82.000 terneros/as menos respecto a la campaña pasada y el número de vacas se redujo en 324.000 cabezas. En este sentido, la cría será un eslabón limitante en la cadena, se incrementará la presión de compra sobre los terneros y sobre los vientres.
Muy probablemente comencemos un nuevo ciclo, con mayor retención, y esta condición será de sostén a los valores.
Los buenos valores actuales nos permiten ampliar un abanico de opciones, tenemos muy buen poder de compra para todo insumo destinado a sumar más kilos a campo, desde una tonelada de urea a una de maíz. Los costos por kilo producido son muy competitivos respecto del precio de la hacienda. Sin embargo, los costos fijos, de estructura, siguen muy de cerca al precio de la hacienda. Los valores de los alquileres, salarios y maquinaria, entre otros, no permiten relajarnos.
Alternativas
¿Qué podemos hacer entonces? Hay distintas alternativas: 1) Plan “motosierra”, ajustar la estructura -no siempre hay margen para hacerlo-. 2) Ser más eficiente, optimizando los recursos disponibles para producir más. 3) Crecer en producción, con más inversión.
Una alternativa para licuar costos fijos es producir más y actualmente las variables se alinean en ese sentido. La inflación presenta una tendencia bajista hacia adelante, y el tipo de cambio aún en un escenario de flexibilización no tendría un impacto tan significativo como en experiencias pasadas. El escenario actual es diferente: superávit fiscal y financiero (se pagan intereses de deuda), baja emisión monetaria, y brecha cambiaria de un 20%. El pasado no sirve como profecía.
Entonces, la segunda pregunta es ¿cómo crecer? Podemos hacerlo horizontalmente, sumando superficie, o bajo una alianza estratégica con otro productor, ejemplo cría-recría. El alquiler de campos ganaderos no está barato, ya que ajusta por precio del novillo, que ha crecido a la par del ternero. Si hay oportunidad de compra, la relación hacienda/ha ganadera es muy favorable. Se necesita un 30% menos de kilos de terneros, respecto al promedio de los últimos 5 años, para comprar una ha de cría o recría.
La segunda opción es el crecimiento vertical, generando más kilos sobre la misma superficie ganadera. Aquí el abanico incluye desde extender los tiempos y kilajes en recría y terminación, hasta buscar opciones para sumar kilos y además escalar en valor.
Los resultados de la última campaña marcaron una diferencia económica contundente a favor del avance en el proceso de mejora genética. En promedio, en remates donde coincidieron ambas categorías, una vaquillona MaS se valorizó en el equivalente a 84 kilos de novillo respecto a una de rodeo general. Los mismos 84 kilos, en igualdad de condiciones, se registraron entre vaquillonas MaS y PC. Por último, 139 kilos de novillo fue el diferencial de precio entre una vaquillona general y una vaquillona PC.
Cotizaciones comparadas
Vaquillona Gral. Vs. Vaquillona MaS; Vaquillona MaS vs. Vaquillona PC; Vaquillona Gral. Vs. Vaquillona PC

Fuente: Remates auspiciados por la Asociación Argentina de Angus en 2024. Para calcular los diferenciales se consideran los remates donde coincidieron las categorías comparadas.
Hacer bien lo sencillo
Por otra parte, si se buscan sumar kilos al destete, un toro superior que en promedio dé 6 kilos más de ternero (DEP +6 kilos) respecto a un toro promedio (DEP = 0), permitirá durante una vida útil de 6 años generar 972 kilos extra de terneros, lo cual equivale a un ingreso extra de USD 3.340 oficiales o USD 2.744 MEP, sin incluir la venta final del toro. Además, el impacto se traslada a la recría pastoril, con un mejor peso de inicio y posterior performance.
En materia forrajera, la siembra de verdeos y pasturas requiere de un 30% menos de kilos de ternero respecto del promedio de los últimos 5 abriles. Asimismo, la tonelada de urea para fertilizar y producir más materia verde y carne se puede adquirir hoy pagando un 50% menos de kilos de carne. Los costos de los kilos producidos a pasto no superan el dólar, mientras que el precio del ternero recriado se ubica por encima de los USD 2,5 dólares por kilo.
Cambiaron las reglas de juego, el partido se juega en otras condiciones. Lo que nos trajo hasta aquí probablemente no nos lleve a un buen destino en este nuevo escenario. Sin embargo, si llegamos hasta la actual situación es porque muchos procesos están vigentes; a veces solo se trata de hacer bien lo sencillo. Las amenazas siempre estarán, algo normal en un país con un plan de estabilización en curso, pero paralizarse es hundirse. Es tiempo de comenzar por lo que tengo a la vista, identificar puntos débiles y potenciales, y aprovechar para capturar las nuevas oportunidades que hoy ofrece la ganadería argentina.


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