Los hombres de blanco

En cada exposición Angus, los jurados de Admisión son la primera autoridad que define qué animales están aptos para competir. Los médicos veterinarios que trabajaron en Cañuelas explican su trabajo y recuerdan “tips” a tener en cuenta por parte de los criadores.

En cada exposición Angus, los jurados de Admisión son la primera autoridad que define qué animales están aptos para competir. Los médicos veterinarios que trabajaron en Cañuelas explican su trabajo y recuerdan “tips” a tener en cuenta por parte de los criadores.

En cada exposición Angus, los jurados de Admisión son la primera autoridad que define qué animales están aptos para competir. Los médicos veterinarios que trabajaron en Cañuelas explican su trabajo y recuerdan “tips” a tener en cuenta por parte de los criadores.

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César Díaz, Valentín “Monchi” González, Pedro Gerbelli, Ricardo “Peco” Larsen y Mario Castelo, el jurado de Admisión de la Expo Angus Primavera.


Son los hombres de blanco en cada una de las exposiciones Angus. Un atuendo, el guardapolvo de ese color, que los identifica como profesionales veterinarios y, además, como la primera autoridad, desde el punto de vista cronológico, de cualquier exposición. Conforman los llamados jurados de admisión, quienes determinan qué animales son aptos y cumplen con los reglamentos para participar de una muestra ganadera de la raza líder.

En la última Expo Primavera Pedro Gerbelli, Mario Castelo, Ricardo “Peco” Larsen, César Díaz y Valentín “Monchi” González, conformaron el equipo de Admisión, que se completó este año con el aporte de Ignacio Martinelli, del Ateneo Angus, quien colaboró con los profesionales.

“La admisión consiste en certificar que el animal que entra a la exposición está en condiciones de ingresar. Se comienza verificando que sea el que fue inscripto a través del RP que está tatuado en las orejas. Y, según sea macho o hembra, se hace la revisación clínica y fisiológica”, explica Gerbelli.


Ignacio Martinelli, del Ateneo Angus, colaboró con el jurado de Admisión.


Castelo agrega que “la admisión es el primer paso para que un animal entre y para confirmar que tenga las características y virtudes de un animal superior, que pueda ser expuesto en un certamen en el que se elija el mejor”. Reconoce que “es un filtro bastante exigente” y “con errores de ambas partes”. Y al mismo tiempo, explica que “es el primer filtro para que todos los animales tengan la garantía de la Asociación, a través de nuestro trabajo, de que el animal es lo que dicen los papeles”.



Equipo experimentado

Por su parte, Larsen destaca que “formamos un equipo en el que trabajamos juntos hace muchos años” y detalla las tareas principales que implican la admisión desde el punto de vista de la revisión veterinaria y cada animal.

“En el cepo, una persona examina la cabeza, la visión del animal, si no tiene tocos o algo zootécnico que no corresponda con la raza Angus. Luego se tocan las patas, se palpan para ver que no haya lesiones, que la circunferencia escrotal se corresponda a la edad del animal, que no tenga problemas en el parénquima testicular o en el epidídimo que es lo que produce la maduración de los espermatozoides”.

La revisión continúa con la parte inferior del animal, observando la línea del ombligo y que no tenga manchas blancas, para luego evaluar sus desplazamientos desde atrás y adelante. “Los hacemos parar, vemos si hay alguna lesión -a veces se bajan un poco duros, envarados, contracturados, del camión- y esa caminata les da tiempo para que los animales entren bien a la clasificación”, detalla Peco.

Sobre los problemas que suelen encontrarse en la Admisión, Castelo citó las pezuñas, los aplomos y el desplazamiento. “Además, la identificación con tatuaje incorrecto, que en la categoría de vaca preñada esté vacía y en el macho, que la circunferencia escrotal no sea de acuerdo con la categoría y la edad. En esos casos el animal se rechaza”, explica y destaca: “Si se toma la totalidad de anomalías, el 50% se lo lleva pezuñas, aplomos y desplazamientos”.


Reglamento y tiempos

La Admisión de ejemplares en una exposición está basada en un reglamento que los criadores tienen que cumplir y los jurados, hacer cumplir. Valentín González, MV e inspector de Angus en Córdoba, invitado especialmente para integrarse al equipo de Admisión de la Expo Primavera recuerda que “los veterinarios que formamos el Jurado de Admisión nos basamos en ese reglamento que los criadores conocen”.



Por eso su principal consejo a los criadores en este punto es que “antes de enviar animales a las exposiciones hagan un chequeo de las exigencias que tiene el reglamento, para las categorías a que corresponden los animales que van a mandar”.

En este punto, Pedro Gerbelli agrega que “muchas veces lo que pasa es que hay cuestiones que se dan por sobre entendidas”, y también comenta que sucede que los criadores confunden reglamentos de exposiciones nacionales con otras provinciales o más pequeñas que tienen exigencias diferentes o menores.

Por su parte, Castelo suma un consejo vinculado con los tiempos de llegada de los animales a las exposiciones: “Si el animal llega no bien abre la admisión, o con una buena anticipación, el animal tiene tiempo de ambientarse. En cambio, si llega muy sobre el límite del plazo de admisión, el riesgo de complicaciones es mayor. Por eso aconsejamos siempre a los criadores que traigan los animales a las exposiciones con tiempo para que cualquier problema que tengan lo puedan solucionar”.

Inspectores

Del equipo de jurados de Admisión que trabajó en la Expo Primavera, Pedro Gerbelli y Mario Castelo son Inspectores Nacionales de Angus. Para esta muestra, invitaron a sumarse a Valentín “Monchi” González, quien es inspector Angus en Córdoba, “una provincia muy activa para el Angus, con importantes exposiciones provinciales, donde la Asociación necesitaba alguien que estuviera muy entrenado para que actúe en su provincia”, explica Castelo.

Respecto de los inspectores, explica que su tarea es “en un corral de 100 o 200 animales poder separar los superiores en cada lote. Este es el servicio que prestamos a la Asociación: que los animales superiores tengan una marca que los identifique y eso les otorga un mejor precio con respecto a los que no la tienen. La ‘a’ del puro controlado es muy buscada y muy bien paga”, destaca Castelo.

Y agrega: “Nuestra tarea en las inspecciones es meramente zootécnica y fenotípica, Analizamos solo su performance exterior y que el animal guarde el lineamiento de la raza: que no tenga manchas ni cuernos, y que tenga basamentos superiores acordes a una raza carnicera: buena costilla, buen ancho, buena carne”.

Pedro Gerbelli, se suma al comentario y asegura que los inspectores buscan que los animales que evalúan “sean lo más parecidos al animal perfecto que busca el Angus”.

Y comenta que, para lograrlo, la Asociación pone a disposición de los productores ganaderos distintos programas de selección para diferentes tipos de productores, como el Madre Angus Certificada (MaS), que “es la puerta de ingreso del productor general a todos los programas de Angus; y el Ternera Angus Certificada (TAC), que también es para el productor general, de manera que pueda vender su ternera con una primera marca de selección”, que permiten darle valor agregado a la producción.



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