Nicolas Pino: "Somos malos comunicando"

El nuevo presidente de la Sociedad Rural Argentina está preocupado por el mensaje del campo y la llegada al resto de la población.

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Nicolás Pino

Bienvenidos a la nueva casa de la Rural.


Javier Martínez del Valle

Qué momento, arrancar en esta época con la presidencia de la Rural y toda la movida que eso generó. Ganó por primera vez la oposición. Entraste en un momento que significa un desafío inmenso, primero por la cuestión institucional y también por la situación del país. Lo institucional que incluye un cambio de sede, una movida histórica, salir de Florida, traer toda la institución acá, pensar qué se va a hacer en el futuro. Contame un poco cómo lo ves.

NP. Claro. Lo que vos decís es tal cual. Asumimos la noche del 31 de mayo en medio del cese de comercialización de la Mesa de Enlace contra esta medida del cierre de exportaciones. Fue complicado. Aparte ese proceso electoral fue eterno, tedioso y molesto en algunos casos, en algunas cosas.

JVMDV. Fue una campaña larga, como de un año y pico.

NP. Imaginate que este proceso que se dio ahora en mayo debería haber sido en septiembre del año pasado.

JVMDV. Bueno, quizá eso mismo hizo que mucha gente se acerque a votar.

NP. Es cierto. Vos fijate que históricamente votaban 500 socios y esta vez votaron casi 1900. Dos lecturas: una que la gente tuvo más tiempo para pensar y después, que realmente el socio participa y se interesa cuando hay un menú de opciones atrayente. Venía aletargado por elecciones que siempre mostraban más de lo mismo y al exponerse nuevas opciones el socio se puso activo.

JVMDV. Escuché una frase que repetís en diferentes

momentos. Dijiste que querés que la Rural sea “moderna, abarcativa y federal”.

NP. La Sociedad Rural es federal desde su inicio. Catorce distritos de todo el país, dos directores por distrito, más delegados zonales. ¿Pero para afianzar ese federalismo cómo lo hacés? Bueno, cambiando. Históricamente la Rural es una entidad presidencialista. Todo pasa por el presidente, absolutamente todo. Desde mudar la sede hasta las multas de un auto. Bueno, basta muchachos. Los representantes de los diferentes distritos son los que viven en el lugar y bueno, sean protagonistas ustedes, muchachos.

JVMDV. ¿Habría que empoderarlos para que puedan tomar decisiones?


NP. Exactamente. Quien mejor que el director de Salta, por ejemplo, para tomar las decisiones y llevar las cosas para el lado que conviene, si es él que vive ahí. Y nosotros, desde Buenos Aires le damos el apoyo político, logístico y las herramientas que tiene la Sociedad Rural para ayudar a que la gestión de los directores o delegados sea más eficiente.

JVMDV. A los fines prácticos, corregime si no es así, esto significa que los delegados podrían trabajar directamente con sus intendencias, con las gobernaciones si corresponde, integrar las mesas de enlace regionales, poder discutir en forma similar a otras organizaciones que tienen ese tipo de modalidad de trabajo.

NP. Exactamente. Participen muchachos. Métanse en las cooperadoras de la escuela, en las ayudas a los bomberos, en cada pueblo. La Rural tiene que estar insertada en la sociedad toda y en cada lugar de la Argentina. Y eso me parece que es afianzar el federalismo. Si no, nos quedamos encerrados en algo que es pura y netamente gremial. La Rural tiene más de ciento cincuenta años, está presente en toda la sociedad argentina casi desde el inicio de la Patria.

JVMDV. Y quizá eso es lo que se espera de un presidente que hizo también una parte de su carrera profesional fuera de la ciudad de Buenos Aires.

NP. Yo soy de la Ciudad de Buenos Aires. Nací, me crie, hice el colegio y la facultad acá. Antes de irme a Quimili, Santiago del Estero, pedí trabajo en Antiguas Estancias Don Roberto. Me mandaron a un campo en Villa Valeria, Córdoba. Me citaron en Don Torcuato con la ropa y el recado. Me subieron a una avioneta y me bajé en un lugar que no sabía dónde era. Después me vine al campo de mi viejo y ahí me enganché con el representante de Colombo en Olavarría, Buenos Aires, y dije “che, quiero aprender más de vacas”. Entonces me recomendaron que me vaya a trabajar al mercado y entré a Colombo y Magliano, en Buenos Aires. Dentro del monstruo que es esta empresa, me dijeron por qué no te vas a Quimili y nos das una mano allá.



JVMDV. ¿En qué lugar era el campo?

NP. Pegadito al pueblo; el cementerio estaba dentro del campo. Me tomé un bondi en Retiro y me bajé en Quimili. Cuando llegué se abrió la puerta y el calor me pegó una piña en la cara y me mandó para adentro. A dónde me metí, pensé.
Ahora tengo 56 y esto fue hace treinta y pico de años. Vivía en una pieza en la casa del encargado. Te decían cuidado cuando te levantes a la noche con las víboras. Y yo otra vez pensaba: ¿dónde me metí?
Pero en realidad eran unos campos bárbaros y valían unos 20 dólares. Eran como 9 mil hectáreas y tenían 2 mil vacas.

JVMDV. ¿Y cómo entraste en el negocio de la carne?

NP. Me voy de Colombo y Magliano y me pongo a laburar con José “El Vasco” Usandizaga, una consignataria viejísima que me asocia. Ahí trabajé como 5 años. Y en el mundo del mercado conozco a un tipo del cual me hice muy amigo: Esteban Teliqueian, que es mi actual socio desde hace 28 años. Le empecé a vender yo directamente hacienda a él, como consignatario, sin pasar por el mercado. Y un día me dice: “Che, por qué no laburamos juntos”. Le dije que yo no tenía ni idea cómo se hacía y él me ayudó. En el año 95, el 2 de enero, hicimos la primera faena juntos. Y ahí me metí en el mundo de la carne. Empecé a conocer abastecedores, carniceros, es un universo que, en aquel momento, era más fácil. Había mucho movimiento. Faenábamos 1500 cabezas por semana.

JVMDV. ¿De dónde era la hacienda?

NP. Comprábamos mucho en la provincia de Buenos Aires y La Pampa. Era una facturación infernal. Nosotros tenemos matricula desde hace muchos años, pero en general la faena se manejaba con la matrícula del frigorífico y se movía muchísima carne. Así eran los golpes también.

JVMDV. Igual te sirvió para tener una visión del negocio diferente a la que tiene un productor promedio, porque entendés la cadena en su totalidad.

NP. Sí, y siempre le digo a mis amigos productores que mandan hacienda que también vayan al frigorífico. Porque no es lo mismo verlo vivo que colgado, que es más gordo, más flaco, más patón o menos. Se aprende mucho en la cámara.

JVMDV. Y cómo lo ves ahora que conocés el negocio desde adentro y te toca como dirigente lidiar con el tema del cierre de exportaciones, de la dificultad que está poniendo el gobierno para acceder a los mercados, los cupos, toda esta historia que viene de viejo, que ya nos tropezamos otra vez con la misma piedra, pero que te pone a vos en un desafío sobre cómo negociar o cómo llevar adelante esto. Con un gobierno que no está escuchando quizá todo lo que está pasando. Ni siquiera los indicadores de su propia medida.

Vos tenés un expertise adicional en este negocio como para poder transmitirlo de otra forma.

NP. Conozco que el precio final no es solo el precio de la carne, sino de los subproductos. Conozco cómo se maneja el cuero, cómo se manejan los diferentes subproductos y cómo se llega al precio de la carne juntando todo eso.

JVMDV. A veces uno como productor dice: “Mirá que la carne vale tanto y todo lo que se queda en el camino con esa plata”. Algo de eso hay, pero no todo.

NP. No todo. No es solo la faena. Hay muchos costos que han crecido enormemente. Los fletes de la jaula, los camiones de la carne también están caros, digamos que la logística está muy cara y tenés épocas en las que los subproductos como el cuero o las menudencias no valen nada.
El cuero, por ejemplo, el año pasado se enterraba o se quemaba. Entonces eso también influye en el precio final de la carne. No es tan lineal que pagás 200 pesos, rinde 57 y vale esto. No, hay muchos ingredientes que forman el precio. Pero lo que vos decís, la medida esta es mala. Primero porque ya la vimos, después porque no es que el precio se forma de esa manera tan lineal. También porque sabemos que lo que se exporta no es lo mismo que consumimos acá.

JVMDV. Desde la Asociación vimos que te fuiste acercando a Angus, no ya como criador comercial, sino que estás entrando en el negocio de la cabaña.

NP. Eso debe venir porque mi abuela, de apellido Fontecchia, tenía una cabaña de Angus en Daireaux, en Estación La Larga, y un primo hermano de mamá fue presidente de Angus: Juan Carlos Larrouy. Eran cabañeros, venían a Palermo, yo era muy chico.
Creo que la veta de que me gusta el Angus debe venir de la genética, de por ahí. Después, como todo campo familiar, de mucha familia, se fue dividiendo y se terminó, pero a mí me pegó siempre por ahí. Hacía cursos con “Bebu” Dellepiane Galli, íbamos al campo que tenía la Rural en Del Viso, a la escuela de jurados, laburé bastante con él. Después otro tipo que me dio una mano en Angus y que me enseñó fue “Lalo” Gilardi y alguna vez hasta fui secretario de él en una jura. Así que cuando pude empezar, armamos con mi socio Daniel González, allá en Gualeguaychú, y la verdad que nos gusta, nos divertimos. Ahora en Villaguay ganamos el campeonato de Puro Controlado y estoy viendo con el veterinario que nos asesora, que nos dice que nos metamos en el mundo de pedigree, pero no sé, tengo que ver.

JVMDV. Una parte importante de los socios de Angus son socios de la Rural. Hay una base compartida en común. Por eso es importante esta charla para nuestra revista, porque el que lee la Revista Angus, también lo hace con la de la Rural. También muchos son usuarios de los servicios de laboratorio, registros y demás que brinda la Rural. Igualmente, por afinidad ideológica. Durante la campaña plantearon la necesidad de la eficiencia, la modernización, y un ejemplo es esta nueva sede. ¿Qué están pensando desde ese punto de vista?.

NP. Estamos pensando en poner los servicios de la mejor manera posible. No soy usuario, pero escucho mucho a los usuarios, sobre todo de las razas grandes como Angus, que plantean que los servicios están mal, o se traban, o el tipo que quiere inscribir un ternero le cuesta mucho conectarse. Creo que tenemos que trabajar de manera mucho más ágil, dinámica y fluida.
Y me parece que teniendo servicios de excelencia podemos darles también a las asociaciones más soporte. Ustedes tienen un buen sistema de cómo llevar el Puro Controlado, también podemos nutrirnos de eso para mejorar lo nuestro. Tenemos que laburar mucho más enganchados.

JVMDV. Uno está viendo que hay una parte de la sociedad y un buen ejemplo son las redes sociales que enseguida cuando ponés algo relacionado al campo y la política para el sector, ves una lista de personas que te atacan, te agreden, creen que todavía el campo es como en las viejas películas argentinas del siglo pasado. Es como que hay una serie de prejuicios y estereotipos de los cuales se aprovecha el político para que esa gente juegue a favor de ellos, porque si no las políticas hacia el sector son inentendibles.

NP. Sí, pero eso es una parte de la sociedad. Una materia pendiente en el sector es la comunicación con la sociedad. La verdad es que comunicamos mal. Vos le preguntás a la gente de la ciudad y te dicen: “Estos que van a la Rural, unos toros divinos, los cepillan, todo es opulencia”.





NP. Estamos pensando en poner los servicios de la mejor manera posible. No soy usuario, pero escucho mucho a los usuarios, sobre todo de las razas grandes como Angus, que plantean que los servicios están mal, o se traban, o el tipo que quiere inscribir un ternero le cuesta mucho conectarse. Creo que tenemos que trabajar de manera mucho más ágil, dinámica y fluida.
Y me parece que teniendo servicios de excelencia podemos darles también a las asociaciones más soporte. Ustedes tienen un buen sistema de cómo llevar el Puro Controlado, también podemos nutrirnos de eso para mejorar lo nuestro. Tenemos que laburar mucho más enganchados.

JVMDV. Uno está viendo que hay una parte de la sociedad y un buen ejemplo son las redes sociales que enseguida cuando ponés algo relacionado al campo y la política para el sector, ves una lista de personas que te atacan, te agreden, creen que todavía el campo es como en las viejas películas argentinas del siglo pasado. Es como que hay una serie de prejuicios y estereotipos de los cuales se aprovecha el político para que esa gente juegue a favor de ellos, porque si no las políticas hacia el sector son inentendibles.

NP. Sí, pero eso es una parte de la sociedad. Una materia pendiente en el sector es la comunicación con la sociedad. La verdad es que comunicamos mal. Vos le preguntás a la gente de la ciudad y te dicen: “Estos que van a la Rural, unos toros divinos, los cepillan, todo es opulencia”.

JVMDV: “Andan con las cuatro por cuatro”, es otro comentario habitual, por más herramienta de trabajo que sea.

NP. Bueno, esa imagen nuestra es una muestra de que comunicamos mal. Porque no somos solo eso. También somos otro montón de cosas. Pero hay una mala política, pícara, que instala la ideología. Y como siempre digo: la ideología tapa la racionalidad.
Y ese es el tipo de política que alguna parte del gobierno quiere instalar. No creo que todos. He charlado con altísimos funcionarios fuera de micrófonos y la verdad no piensan eso. El otro día estaba en una charla con un miembro del gabinete y decía: “Este país necesita más producción y más exportación”. Cuando terminó me acerqué y le dije: “Me encanta escucharlo, coincido, pero usted se acuerda que tiene la exportación de carne cerrada”. Me contestó que eso era “coyuntural”. Es algo de locos.

La política es un arte bueno, puede ser muy virtuoso, porque trabajar por el bien de la sociedad toda es bárbaro. Pero la mala política, como se ve que tuvo injerencia en esta decisión errada del cierre de las exportaciones, tapa la racionalidad. Es la ideología, lo que vos dijiste recién.
Estos muchachos buscan un enemigo, el campo es ideal, porque te hacen quedar como enfrentado a toda la sociedad. “Estos se quejan siempre para tener el bolsillo lleno”, “se miran el ombligo”, “laburan para ellos”. Eso dicen de nosotros.

JVMDV. Pero una parte de la sociedad lo convalida. Porque si no los políticos no tirarían un tiro al aire. Y ahí está el trabajo nuestro, dentro de las asociaciones y entidades, de actuar sobre toda la sociedad, no solo sobre el sector político.

NP. Obvio. Tenemos que hablarle a la sociedad y mostrarle lo que realmente somos.

JVMDV. Además de ese discurso político, también hay otro que está creciendo, que tiene muchos adeptos entre los jóvenes, que es el del veganismo. Que va en contra de la producción por lo que ellos creen que la producción implica con respecto al bienestar animal y al ambiente. ¿Cómo crees que se debería contrarrestar ese discurso?

NP. Hay que enfrentarlo con la realidad. Hay veganos, hay vegetarianos y hay gente que consume carne. Pero nosotros no somos agresivos con el veganismo o los vegetarianos. Hay que ser respetuosos.
Varias veces en la puerta de la Rural pusieron carteles que dicen “asesinos”. También eso es la ideología que tapa la racionalidad.

Nosotros tenemos que mostrar que no somos ni avaros ni asesinos. Lo único que hacemos es trabajar. Déjennos trabajar que somos buenos en lo que hacemos. Entonces, ¿para qué nos están poniendo permanentemente palos en la rueda? Estoy seguro de que esa es la intencionalidad del veganismo extremista que pinta “asesinos” en el cartel de la Rural. Es descabellado.
Creo que tenemos que laburar mucho más con el mensaje desde el campo, no solo desde la Rural. Dar un mensaje de que no somos ni avaros ni asesinos, somos gente de trabajo.

Mostremos cómo se hace para que un toro llegue acá a Palermo. El laburo que lleva, toda la gente que trabaja detrás de eso. Somos malos comunicando.



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