Es conocido por todos el gran desarrollo profesional y empresarial que obtuvo en sus emprendimientos, así como su lucha denodada por impedir que intereses espurios empañaran el diáfano y claro curso de sus negocios, llegando a enfrentarse a un poder político que, por ese entonces, se mostraba inexpugnable, a pesar de lo cual, pudo condenar judicialmente.

Pero este devenir profesional no le impidió abrazar con pasión su otra vocación como lo ha sido la actividad ganadera, en la cual nuevamente se destacó, mediante la demostración de un trabajo fecundo, gran dedicación, esfuerzo, lealtad y una innegable hombría de bien.

Quizás muchos de estos valores, que demostraba permanentemente, compartiendo y formando parte de equipos a los cuales llevaba por los caminos del éxito, provinieron de esa otra gran pasión que compartimos, que fue el rugby, en el cual formamos nuestros años juveniles y nuestra personalidad futura con el lema “todos juntos somos más y mejores”.

En su destacada trayectoria ganadera, fue titular de la cabaña Tres T, mediante la cual ha sido un importante criador en toda la cadena productiva, además de exitoso participante en distintas exposiciones organizadas por nuestra asociación, así como gestor de importantes remates, que tuvimos el placer de compartir entre nuestras cabañas, con el lema “Juntos”, realizados durante largos años.

En Angus, conjuntamente iniciamos nuestra participación en la Comisión Directiva en la gestión del Ingeniero Luis María Firpo Brenta, en la cual ocupó, sucesivamente y en varias administraciones, el cargo de secretario, desde 1992 a 2010, continuando como vicepresidente segundo, desde 2010 a 2012, y finalizando como tesorero, desde 2012 a 2014.

También se desempeñó con mucho éxito en el cargo de director de la Revista Angus, desde el año 2002 al 2007, y desde 2011 a 2012, otorgándole un giro importante a su desarrollo editorial.

En esta amplia gama de responsabilidades, Antonio siempre se destacó por su gran fuerza de trabajo, su responsabilidad, su humildad y su capacidad de servicio en favor de nuestra entidad ganadera.

Antonio llenó de empatía y humanidad todos los proyectos que emprendimos en el área ganadera, siendo creativo y promotor de mejoras permanentes.

Tan riquísima gama de vivencias compartidas hacen mucho más difícil la ausencia física de un compañero tan irremplazable como lo fue Antonio, dejando un vacío que llenaremos con nuestros recuerdos, enseñanzas y ejemplos, que debemos resguardar y emular para trasladarlos a las nuevas generaciones.

Querido amigo: con una gran extrañeza, pero con el gran orgullo de haber compartido parte de tu rica vida te decimos: “Hasta siempre querido Antonio”

Alfredo Gusmán